Nació un 5 de marzo de 1988. A sus 24 años, este joven coruñés, al que todos conocen con el nombre de Pabuko, ha
sido miembro activo de plataformas como el 15-M y ha participado en
diversas manifestaciones y movilizaciones a nivel nacional.
En
su tiempo libre, le gusta hacer malabares y otros trucos que dejan
impresionado a todo viandante que presencie el espectáculo. Amigo
-muy amigo- de sus amigos, siempre se presenta con una sonrisa
pintada en la cara, dispuesto a echar una mano a todo el que lo
necesite.
El
29 de septiembre, junto con un grupo de amigos, decidió ir a Madrid
para participar en una de las movilizaciones que se estaban llevando
a cabo durante aquella semana. Allí vivió una de las peores
experiencias de su vida: en la jornada de protesta del sábado día
29, a las 00:00 de la noche, fue detenido por la policía.
Ahora,
de nuevo en su Coruña natal, nos encontramos sentados en un
portal de una calle transitada, un sábado por la noche, envueltos por un ambiente donde se respira buen
rollo, compañerismo y mucho calor -a pesar del frío coruñés-, rodeados de jóvenes con chaquetas vaqueras y chapas de “no a la guerra”.
Sabela: ¿Por
qué decidiste ir a la manifestación?
Pabuko: Bueno,
era una convocatoria grande, a nivel estatal, y realmente importante
en la situación actual. En verdad la gente que íbamos no teníamos
mucha idea de lo que iba a pasar, aunque éramos conscientes de que
era un asunto muy serio. Yo estaba convencidísimo de que quería ir,
sobre todo después de ver lo que pasó el primer día.
S: ¿Cómo
crees que fue la actuación policial?
P: Por
mi experiencia, reconozco que la actuación en Neptuno no fue
excesiva, aunque eso no justifica la manera de actuar de los
antidisturbios. Después de salir de Neptuno sí fue excesivo:
estuvieron hasta las cinco de la madrugada por Lavapiés, cargando
contra pequeños comercios y vendedores. A nosotros por ejemplo nos
cerraron el paso, queríamos irnos y no nos dejaron. En ese sentido
sí fue excesiva, sin duda.
S: ¿Crees
que hubo algún tipo de grupo violento entre los manifestantes?
P: No.
Había una tensión bastante seria todo el rato, no solo durante las
cargas. La gente estaba muy nerviosa, y sobre todo cabreada, pero no
era violencia, ni muchísimo menos.
S: ¿Qué
pasó en el momento en que te detuvieron? ¿Cómo fue?
P: La
policía, en Neptuno, empezó a rodear a la gente, y nos fueron
echando fuera. Más tarde se formaron grupos de personas que
plantaron cara a la policía, algunos armados con piedras. La
situación se encendió bastante y empezaron a perseguirnos
corriendo; hubo gente que se cubrió con vallas, se cortaron las
carreteras etc. En teoría ahí se acababa todo, así que nos fuimos
las ochenta personas que quedábamos. De repente se empezaron a oír
sirenas y todo el mundo echó a correr, nos cerraron el paso y nos
metimos en el primer bar que vimos. La policía entró y empezó a
sacar gente y a golpearlos, a mí me pillaron también.
S:¿Qué
te dijo la policía?
P:Solo
me esposaron y me preguntaron por qué estaba tirando piedras, me
llevarono al furgón, esposado, me dieron patadas, me decían si era
muy valiente... No sé, apenas me dirigieron la palabra. Ninguna
explicación.
S: ¿Te
dejaron comunicarte con tu familia?
P: No, el sábado a las 00:00 me detuvieron, y estuve hasta el domingo a las 18:00 de la tarde, cuando salí del
juzgado, sin comunicarme con nadie.
S: ¿Te
dijeron algo al irte?
P: No,
solo en el juzgado. Allí cambió la situación: era otra gente, otro
trato, otro personal... por lo menos nos trataron con un mínimo de
decencia.
S: ¿Cómo
te sentiste?
(Se
produce un largo silencio, que dice más que cualquier palabra)
P: No
sé... Muy desmoralizado. Es difícil expresarlo ahora, en frío. En
aquel momento estaba en shock, no sentí pena ni rabia, sino
impotencia. No terminas de aterrizar de una experiencia así. Fue
horroroso, estar encerrado en una celda, sin luz, sin agua, sin nada,
ni una manta, te humillan, se ríen de ti... mina mucho moralmente.
S: Una
última pregunta relacionada con las elecciones en Galicia ¿Vas a ir
a votar?
P: Bueno,
esto podría ser un debate muy largo pero no, no creo que vaya a
votar. Primero porque no creo que la votación sirva de algo, y
después tengo la convicción de que no hay que delegar nuestras
vidas en ninguna otra persona. Tú eres el protagonista de tu vida,
tú decides tu vida... yo voto por mí, solo yo me represento. No
tengo confianza en el sistema electoral y no creo que tenga utilidad
para algo práctico en mi vida. Es cierto que la abstención no sirve
de nada, sobre todo porque favorece a algunos partidos muy concretos,
pero aún así sigo siendo fiel a mis convicciones.